Quintero se pregunta y se cuestiona sobre el mal que está intrínseco en
el hombre. No da respuestas, eso sí, ya que él entiende a
la perfección que es tonto intentar hallar un absoluto que
responda a la condición del ser humano; por el contrario,
brinda innumerables y hermosos interrogantes.
- Luis David Cañaveral.
La frenética desazón
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